Gracias por tantas bendiciones
Muy queridos todos,
Quiero agradecerles desde lo más profundo de mi corazón todas sus oraciones y manifestaciones de cariño para conmigo y toda mi familia.
Jorge Antonio nació sin inconveniente alguno pesando 10 libras y 6 onzas y midiendo 20 pulgadas y media. Entré a la sala de operaciones a eso de las 12:50 p.m. Me pusieron la raquídea a eso de las 12:55 p.m. A la 1:00 empezaron el procedimiento y a la 1:07 p.m. escuché el llanto de mi recién nacido. Tiene unos pulmones bien desarrollados y creo que tiene potencial de cantante aunque sonaba más como un gatito desesperado que un cantante prospecto. Las lágrimas me saltaron a los ojos apenas escuché su llanto. Mi esposo Jorge cortó el cordón umbelical y cuando ya lo limpiaron un poquito, me lo trajeron envuelto como un purito (como lo pueden ver en la foto que salimos los tres). Luego se llevaron al bebé para pesarlo y bañarlo y a mi me terminaron de cerrar la herida en 20 minutos y de ahí me enviaron a recuperación. Permanecí en recuperación por lo menos unas cuatro horas mientras se pasaba el efecto de la anestesia, pero sobre todo mientras me subía un poco la temperatura ya que se me bajó mucho. Una vez en el cuarto, me llevaron a Jorge Antonio y ahí tuve el gusto de darle su primera comida. Llegaron familiares y amigos cercanos a conocer al bebé y pronto se fueron para que yo pudiera descansar.
Estuve cuatro días en el hospital. Todo estuvo bien. La herida por supuesto que duele; sin embargo, pude ya caminar al día siguiente con ayuda de atenuantes para el dolor. Cuando me despacharon a casa, lo hicieron sin darme nada para el dolor y fue ahí dónde sentí lo doloroso del asunto. Me he sentido un poco enredada por las hormonas. Esa es una lucha que debo de sobrellevar con mucha paciencia y con oración...sobre todo con las oraciones de ustedes.
No he escrito porque no me ha sido fácil encontrar el momento. Jorge Antonio come cada dos horas por alrededor de una hora. Es todo un trabajo amamantar un crío. Lo hago por su bien y por el mío aunque es realmente extenuante.
Está llorando. El deber me llama. Les escribo en otro momento. Ténganme paciencia para las fotos que podremos en mi página web. Una vez más gracias por sus oraciones que son una manifestación preciosa de todo su cariño. Les mando a todos un abrazo bien sentido.
Su hermana en Cristo Jesús, SARA TORRES