Sara Torres: Escribiendo nuevos párrafos en mi vida

Sara Torres: Escribiendo nuevos párrafos en mi vida
Les presento a mi familia

jueves, 20 de diciembre de 2007

¡FELIZ NAVIDAD!

Queridos todos:

Mi familia y yo les mandamos un saludito navideño cargado de cariño, deseándoles a todos desde lo más profundo de nuestros corazones la alegría, la paz, y el amor que brota del nacimiento eterno de nuestro Señor Jesús, encarnado en todo su esplendor, humanidad y divinidad en nuestra tierna Madre María Santísima.  

FELÍZ NAVIDAD 2007 Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO 2008!


miércoles, 12 de diciembre de 2007

Dios mio, gracias por los grillos

Hace más de un mes que tengo problemas con el oído izquierdo. No poder escuchar bien realmente es frustrante. Noté que algo no estaba bien cuando canté en la parroquia de San Isidro en octubre y pude escuchar mi voz distorsionada en mi oído como si éste fuera un parlante roto.

Fui al otorrinolaringólogo ayer por la mañana. Tengo los oídos limpios y sanos en apariencia, pero a la hora de hacerme el examen auditivo mostré una pérdida del 10 al 15 porciento de audición en el oído izquierdo como temía. El doctor piensa que es demasiado rápido si es que la pérdida empezó hace un par de meses. Tengo que hacerme varios exámenes de sangre, tomar una fuerte dosis de corticoesteroides (creo que asi se dice), volver a la clínica a hacerme el examen auditivo; si es necesario, me inyectará el antiinflamatorio en el oido medio. Además debo hacerme una resonancia magnética para eliminar la posibilidad de un tumor.

Por supuesto que la noticia me dejó idiota. Yo de por sí que soy muy "sentimental", y esta noticia no me ayuda mucho que digamos. Me pongo en sus oraciones... espero en Dios que esto sea una condición leve, temporal, y reversible.

Tengo miedo, no puedo negarlo. ¿Miedo de qué? de perder la habilidad de escuchar...y la habilidad de comunicarme a través del canto, de no poder escuchar música como antes, sin dolor, sin incomodidad, con claridad; temor de no poder escuchar la risa de mis hijos, sus propios cantos...el susurro de un "te amo" de mi esposo...¿ven que sensible soy? Creo que es el melodrama artístico en mí.

Me pongo en las manos de Dios, y me encomiendo a sus oraciones. Tenía duda de compartirlo con ustedes, pero para eso son los blogs...y los amigos que cariñosamente o curiosamente los leen...

Son las 4:18 a.m. No he podido dormir mucho que digamos. A eso de las tres de la mañana salí afuera a respirar aire fresco, a pensar, y caminar con Dios un rato por las calles vacías de mi barrio. Hubiese querido, como tantas veces, que mi parroquia tuviese adoración perpetua para ir en noches como éstas y "estar" en la compañía Eucarística de Jesús. Podía haber ido a alguna parroquia cercana, pero tampoco quería perder el tiempo en mi carro y perder la conección que estaba sintiendo con Dios...conección demasiado inmediata.

Lo que más me urgía era "sentir" la presencia de Dios de una manera orgánica...natural...hubiese querido conducir hasta la playa, pero es día de semana; Jorge tiene que irse al trabajo a las 6:30, y yo no regresaría a tiempo. Hubiese querido estar en el campo, en una montaña...en algún lugar en que no hubiese ningún ruido de la ciudad, pero Dios que es bueno y generoso sin medida se hace presente de cualquier manera..si yo le busco con un corazón sincero y necesitado de él.

Es en verdad una bella mañana. El cielo está limpio y estrellado. "Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, me pregunto: ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él? ¿qué es el ser humano para darle poder?..." (Salmo 8).

Sin embargo, lo primero que me impactó fue escuchar el canto de los grillos. Dios mío, ¡gracias por los grillos! Cerré mis ojos por un momento, y me imaginé el campo...sentí paz...sentí sosiego...empezé a caminar. Los grillos me transportaron donde yo ansiaba estar...en la presencia de Dios...¿qué curioso, no?

Luego de recorrer un buen trecho me percaté de un ruido muy tenue pero constante...soplaba una suave brisa fresca y me di cuenta que el sonido venía del vai ven de las ojas y su roce en los árboles y palmares. Paré un momento en mi caminata para sentir dicha brisa en mi piel, en mi cara, en todo mi ser...brisa suave es sinónimo de Espiritu Santo para mí...con todos los temores que sentí hoy, necesitaba el afecto de Dios y él me abrazó con el cielo, me habló tiernamente en el susurro de las hojas y me regaló una caricia en dicha brisa. Me siento amada.

Di gracias el resto del camino...pensé en los que amo...pensé en los que se encomiendan en mis oraciones...pensé en compartir la experiencia con ustedes...que mi amado Señor les bendiga enormemente y les haga sentir su amor con todos los sentidos.

Gracias Señor por la sinfonía de los grillos que suavemente se desliza en tu brisa en una mañana estrellada como hoy. Gracias por todo lo que me permites disfrutar a través de los sentidos...perdóname por no darte gracias por ellos todos los días de mi vida. Gracias por la enfermedad que me ha permitido tener este momento íntimo contigo. Gracias Señor! Tuya siempre, Sara