Sara Torres: Escribiendo nuevos párrafos en mi vida

Sara Torres: Escribiendo nuevos párrafos en mi vida
Les presento a mi familia

martes, 21 de febrero de 2012

PURIFICACIÓN CUARESMAL

Queridos hermanos,

Les saludo por primera vez desde el mes de Septiembre.  En el mundo de la comunicación dejo mucho que desear pues he estado totalmente desconectada.  Tengan por seguro de que mi silencio tendrá sus frutos a su debido tiempo.  Ni yo misma sé lo que está por venir.  Solamente puedo decirles que las oraciones de muchos de ustedes me han sostenido.

Estamos ya bien entrados en este año y ya mañana comenzaremos ese período litúrgico tan maravilloso que es la Cuaresma.  Es un tiempo especial para mí.  Es mi oportunidad de purificar mi vida.  Es mi momento para afianzar mi compromiso con Dios y con mi familia.

Purificación

La purificación ha sido, la mayor parte del tiempo, una experiencia dolorosa para mí pero necesaria, especialmente si quiero seguir los caminos de fe que Jesucristo me ha propuesto.  La purificación destruye en mí aquello que no glorifica a Dios y es tanto muchas veces que duele hasta el tuétano.  La purificación me exige dejar apegos, abandonar afectos dañinos, analizar situaciones, razonar en Espíritu y verdad, romper cadenas de pecado, tomar decisiones que no siempre son las más fáciles.  La purificación implica un cambio de vida radical…. Cambio de vida.  Conversión.  Creer en el Evangelio. Volver a casa.  Reconocer mis faltas humildemente.  Pedir perdón con corazón sincero y contrito.  Hacer enmiendas. Confiar y disfrutar la Misericordia de Dios.  Volver a comenzar.  Reestablecer la alianza. Esto me invita Dios a vivir en esta Cuaresma.

¿Dónde he estado en los últimos meses?

He estado tratando de poner orden en mi casa.  He estado tratando de deshacerme de cosas innecesarias.  He estado tratando de simplificar en lo más posible mi hogar.  Debo de admitir que por muchos años mi hogar, mi casa, ha sido reflejo de todo el tumulto de cosas acumuladas en mi corazón.  El desorden produce confusión, pereza, desdén, fatiga, depresión…y quien sabe que otras cosas más.  Asi es que he estado enfrascada en la transformación de mi casa, esperando que ésta transformación pronto se refleje de alguna manera en mi persona.

¿Qué me ha llevado a este deseo de cambio?

En mis últimos viajes de evangelización tuve acceso a los medios de comunicación de radio y televisión, y los radioescuchas podía llamar y hacerme preguntas.  Una pregunta que fue constante es la siguiente: “¿Cómo hace Sara para balancer el ministerio y el hogar?”  Yo fui sincera en mi respuesta: “Hasta la vez, el hogar está sufriendo.” Esta pregunta y mi respuesta ha resonado fuerte en mi corazón.  No puedo seguir huyéndole a mis responsabilidades domésticas.  Dios me ha llamado a vivir el Evangelio “en las cosas pequeñas de la vida.”  Puedo decirle a Dios: “Señor, ayúdame a cambiar y mejorar mi hogar.”  Luego solamente me queda tener la disposición de comenzar a trabajar fuerte en pos de esta meta.

Cambiando de tema quiero decirles que para Navidad el año pasado mi sobrino Richard Torres fotografió a mi familia.  Tenía pensado compartir las fotos como un saludo navideño, pero no pude con el tiempo.  De todas maneras les mando la presentación para que conozcan a mi familia y para los que ya la conocen, para que vean cúanto han crecido mis hijos.  Una aclaración importante:  Yo no estoy embarazada.  Tengo un hernia umbilical que necesita operación, pero aun no he logrado recaudar los fondos para llevarla acabo.


Bien, ya es casi la hora de despertar a mis niños.  El más pequeñito empieza hoy a ir a la escuelita de cuidado infantil.  Me pregunto cúal será su reacción hoy. 

Me despido pues con un fuerte abrazo, deseándoles siempre muchas bendiciones.  Con mucho afecto, Sara Torres