¿Cúales son las resoluciones de año nuevo más populares?
Hola carísimos míos! Hoy debo admitir que hacer una lista de resoluciones de año nuevo es algo muy bueno y loable. En los últimos ocho años, yo me he sentado por casi tres días a analizar lo que serán mis resoluciones de año nuevo. Mis listas son bastante extensas y están divididas en secciones y subsecciones; ellas consisten de aproximadamente ¡cuatro páginas! (Para los que me conocen, esto no es nada nuevo...)
Este año 2011 estaba por tomar una resolución muy mala: NO TENER RESOLUCIONES. El razonamiento detrás de este curso de acción es que no quiero decepcionarme al final del año. Al fin y al cabo llevo ocho años poniendo en mi lista que queriendo perder peso y alcanzar una meta de 145 libras y hasta la fecha, no lo he logrado.
"El que mucho abarca, poco aprieta", dice el famoso proverbio. Hay verdad en dicha frase; sin embargo, siento que necesito tener una larga lista aunque solamente cumpla la cuarta parte de ella. Si no hago una lista ambiciosa, no haré absolutamente nada. Cuando hay una lista por lo menos puedes ver lo que hiciste, puedes constatar logros.
La segunda cosa más importante después de hacer dichas listas es buscar la forma concreta o el plan de acción que me llevará a cumplir dichas resoluciones. Esto es crear horarios, rutinas, y metas a plazo corto que me lleven a la meta final. Esta es la parte que requiere más esfuerzo. Este es el esfuerzo del día a día. Esta es la batalla diaria que a la larga nos puede ganar la guerra.
La tercera cosa importante es leer diligentemente aunque sea una vez al mes las listas de dichas resoluciones. Hay que revisarlas y actualizarlas según uno va descubriendo su capacidad de llevarlas a cabo. De esta manera uno no se olvida de aquello que quiere lograr y se puede animar al darse cuenta de los pequeños avances que uno va realizando.
¿Encajan mis resoluciones personales del 2011 en la lista de las más populares según las encuestas?
Aquí les pongo la lista que encontré. En anaranjado están aquellas en las que yo he pensado para mí misma. Obviamente, hay algunas que ya no me aplican como por ejemplo la relacionada con el consumo de alcohol y el cigarrillo.
Según las encuestas éstas son las resoluciones de Año Nuevo más populares:
1. Perder peso.
2. Eliminar las deudas.
3. Ahorrar dinero.
4. Conseguir un mejor trabajo. (organizar mejor el ministerio)
5. Ponerse en forma.
6. Comer saludablemente.
7. Obtener una mejor educación. (estudiar, leer, aprender algo nuevo siempre)
8. Beber menos alcohol.
9. Dejar de fumar.
10. Reducir el estrés.
11. Viajar. (Llegar a muchos lugares evangelizando y ayudando a mucha gente)
12. Ofrecerse de voluntario para ayudar a los demás.
13. Volverse más consciente ecológicamente hablando.
Lo que es más notable para nosotros los cristianos es que en la lista de las resoluciones de Año Nuevo no aparece por ningún lado todo aquello pertinente a la vida espiritual.
¿Cúales son tus resoluciones espirituales de AÑO NUEVO?
¿Podría empezar a echarte una manito con mi lista personal? Aquí te va...
-Oración en la mañana al levantarse y oración en la noche antes de acostarse
-Lectura y meditación diaria (si no individualmente, en comunidad en la misa diaria)
-Sacramento de reconciliación cada dos semanas y que se realize después de un buen examen de conciencia.
-Sacramento Eucarístico por lo menos todos los domingos sin falta y otros días de la semana en la medida de lo posible.
-Adoración Eucarística por lo menos una vez a la semana.
-Rosario en familia aunque sea una vez al mes
En el último año ha sido muy difícil para mí llevar una vida sacramental satisfactoria. Esto me ha afectado en mi manera de llevar la vida. Sin una vida sacramental siento que no tengo la capacidad de cambiar para mejorar. Sin una vida sacramental uno se expone terriblemente a las tentaciones de la carne, del mundo, y del diablo.
Pensando en mis resoluciones de año nuevo, me he dado cuenta que debo de afirmar mi vida sacramental. Esta vida sacramental es la que le dá VIDA a mi vida. Si vivo una vida sacramental estaré viviendo una relación íntima con Dios, que hará que todo lo demás caiga en su lugar.
Nuestros pecados muchas veces son excesos, extremos, desórdenes, descuidos, producto del hambre y sed espiritual que no hemos saciado en Cristo. La vida sacramental nos vuelve al centro con Cristo, nos restaura el balance perdido en todas las áreas de nuestras vidas: física, emocional, financiera, relacional, intelectual, mental, espiritual.
Quiero poner aquí mis energías. Aunque con un poco de retraso, me pondré a hacer mis listas para este año, pero por ahora tengo bien claro que mi resolución número uno para este año es fortalecerme en una relación cada día más íntima con Dios a través de los sacramentos, especialmente el de la reconciliación y la Eucaristía.
Asi es que mis queridos hermanos, me voy a escribir mis listas, pero la primera que pienso hacer es un examen de consciencia exhaustivo para ir a hacer una buena confesión y regocijarme plenamente en la misericordia de nuestro Señor para disfrutar del alimento verdadero que nos alcanza el cielo.
Dios les bendiga, felíz año nuevamente, y con este plan trazado con el que me voy, me despido como ya saben: ¡NOS VEMOS EN LA EUCARISTÍA!
