Sara Torres: Escribiendo nuevos párrafos en mi vida

Sara Torres: Escribiendo nuevos párrafos en mi vida
Les presento a mi familia

martes, 24 de julio de 2007

Antes y despues





Siguen lloviendo bendiciones a mi familia. A finales de noviembre del año pasado, mi esposo y yo decidimos que era tiempo de pintar nuestra casita. Fuimos y lo intentamos. Primero nos equivocamos de pintura. El anaranjado que ustedes pueden ver es tan eléctrico que todo el mundo sabía como llegar a mi casa pues parecía como una gigantesca señal de triágulo o una refulgente señal de estacionamiento aéreo. "La casa anaranjada" se volvió punto de referencia en mi barrio. Mi hermana Carmen se atrevió a decirnos que si ella fuera nuestra vecina nos hubiese llevado a la corte por semejante ofensa que representaba esa pintura para sus ojos y por la devaluación que le representaba al valor de las casas en el barrio...créeanme que me afectó mucho el orgullo propio.

Para colmo, el 22 de diciembre Jorge se calló del techo mientras bajaba despues de pintar la parte de arriba de la casa. Estuvo imposibilitado casi dos meses. Con mi embarazo, tampoco podía terminar de pintarla yo. Estuvimos con la casa mal pintada e incompleta hasta la semana pasada.

Nosotros estamos limitados económicamente, pues yo tengo cinco meses de no salir a trabajar y no pintábamos la casa porque no teníamos para pagarle a un pintor, y tampoco quería que Jorge se volviera arriesgar. Entonces, cuando ya había aceptado con paz el color extravagante de mi casa, el Señor nos hizo un hermoso regalo. El esposo de una amiga mía que tiene una compañía de pinta casas y edificios se ofreció a pintarla por el costo. Inicialmente no le llamé porque no tenía con qué pagarle a su pintor, ni tenía para la pintura.

Créanme cuando les digo que consultaba sobre el asunto al Señor, tratando de ver que era lo mejor en cuanto a tomar esta decisión. Creo que fui paciente y entonces el Señor actuó a través de mis amigos. Antonio y Ena vinieron a visitarnos para conocer a nuestro hijo, y cuando Antonio vio la casa comprendió la "urgencia" je,je,je de una nueva pintura. Cuando tenían como cinco minutos de haberse ido, me llamó por teléfono de su celular y me dijo: "Sara, no te preocupes por darme ningún pago. Yo te voy a llegar a pintar la casa cuando tengas la pintura". ¡Hermanos, les estoy hablando de un regalo de no menos de $1,000.00 dólares en servicio!

Nuevamente el Señor se apuntó un "Home Run" o mejor lo escribo en español: El Señor pegó otro JONRONAZO fuera de serie.

¡He aqui las fotos para documentar mi testimonio!

Un abrazo a todos, Sara

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